Las tendinopatías son una de las lesiones más comunes que afectan tanto a deportistas como a personas que realizan actividades cotidianas. En Physeo Clinic, nos encontramos muy a menudo con este tipo de patologías y, si es tu caso, nos gustaría ayudarte a entender que te está pasando y cómo ayudarte a superar este problema lo antes posible.
¿Qué es una tendinopatía?
Una tendinopatía se refiere a una patología en un tendón, que es el tejido que conecta el músculo con el hueso. Existen diferentes tipos de tendinopatías, pero las más famosas son la tendinitis (inflamación aguda) y la tendinosis (degeneración crónica). Aunque hay más términos en función de las características exactas: como la paratendonitis, tenosinovitis, etc
Aunque casi cualquier tendón puede lesionarse, hay algunos que son mucho más frecuentes y que puede que ya hayas escuchado. Por ejemplo: el codo del tenista (tendinopatía en los extensores de la muñeca), el codo del golfista (en los flexores de la muñeca), tendón de Aquiles y la rodilla del corredor (tendinopatía en la cintilla iliotibial, el tendón más largo del cuerpo humano).
Causas comunes de las tendinopatías
El problema en las tendinopatías siempre está en que unas fibras de este reciben demasiada carga y no lo soporta. Algunas causas frecuentes incluyen:
Sobrecarga muscular o exceso de carga: Actividades físicas o deportivas sin su pertinente descanso. A más carga se necesita más descanso para que el tendón pueda recuperarse y pueda adaptarse.
- Técnica incorrecta: Movimientos mal ejecutados durante el ejercicio puede hacer que aumente la carga soportada.
- Debilidad muscular: la relación músculo-tendón es directa, por lo que si un músculo no es fuerte el tendón también tendrá una resistencia más baja.
- Mala alineación o biomecánica: Problemas posturales o disfunciones articulares pueden alterar la biomecánica optima de nuestro cuerpo, con lo que necesitaremos utilizar una fuerza mayor para realizar el mismo movimiento.
- Factores de edad: Con el tiempo, los tendones pierden elasticidad y resistencia por la pérdida de agua.
- Degeneración tendinosa: normalmente nos podemos encontrar una degeneración de un porcentaje de las fibras tendinosas, por lo que habrá una menor cantidad de fibras tendinosas útiles.
Síntomas
Algunos de los signos más comunes son:
- Dolor: empeora con el movimiento o la actividad y al tacto, pero no lo notamos si no lo activamos. Eso se debe a la inflamación producida. Es el síntoma más limitante, pero no el más importante. ¡Muchas veces podemos tener una tendinopatía y que no duela!
- Rigidez: especialmente por las mañanas o después de un periodo de inactividad. Esto lo podríamos relacionar con el sistema nervioso vegetativo y su capacidad de inhibición del dolor. Por explicarlo de alguna forma: la típica sensación de que cuando calentamos nos mejora el dolor.
- Inflamación: esto va a provocar un aumento de la sensibilidad al tacto, una hinchazón de este e incluso aumento de la temperatura de la zona. Esto se debe a que la zona se llena de “agua”, pero sobre todo de estructuras que van a intentar solucionar el problema, aunque a la vez aumenten el dolor (sistema que tiene el cuerpo para proteger la zona).
- Pérdida de fuerza: ya sea porque el dolor no nos permite levantar tanta carga o incluso antes de notar el dolor ya ha empezado a disminuir. ¡En mi opinión, el síntoma más importante!
Los síntomas aparecen de forma progresiva, aunque no todos. Muchas veces le damos mucha importancia al dolor, pero no es el único síntoma que se puede tener. ¡Ni siquiera es el que nos va a dar más información!
Normalmente, primero aparece un descenso de la fuerza sin dolor. Podríamos decir que es la primera fase de la patología, por desgracia en este momento pocas veces somos capaces de darnos cuenta.
Teoría del “CONTINUUM ” o del “DONUT”
La teoría más aceptada para explicar lo que es una tendinopatía es la que creó la fisioterapeuta experta en tendones Jill Cook.
Esta teoría explica que en el mismo tendón podemos tener un proceso degenerativo en unas fibras que se cree que no provocan dolor, pero que tampoco están funcionando. Podríamos decir que es una tendinosis.
Por otro lado, tenemos unas fibras sanas que están trabajando más de lo normal, porque les recae más carga para compensar las fibras degeneradas. Las fibras sanas se lesionan y el cuerpo las intenta sanar utilizando un proceso inflamatorio, provocando una tendinitis. Por lo que empieza a doler el tendón.
Por eso mismo nos solemos encontrar una tendinitis y una tendinosis a la vez. Porque la falta de adaptación a la carga por falta de fibras sanas, es lo que nos va a provocar la inflamación y, por lo tanto, el dolor.
Por eso, también se llama la teoría del “Donut”. Porque donde tenemos que tratar es donde hay tejido funcional. El agujero del donut representaría las fibras degeneradas y las que no nos interesa tratar. Nos interesa hacer las fibras sanas más fuertes para que puedan soportar la carga completa sin ningún problema.
Aún hoy en día, se tiene la duda de si el tendón realmente puede doler o es el proceso inflamatorio el que nos lo provoca. Eso se debe a que el tendón tiene muy pocos vasos sanguíneos (encargados de regenerar) y muy pocos nervios (encargados del dolor). Por este motivo me gusta explicar que el síntoma más importante que nos va a explicar cómo está nuestra patología no es el dolor, sino la capacidad de soportar carga sin que duela después.
Tratamientos para las tendinopatías
En Physeo Clinic, ofrecemos un enfoque integral para tratar las tendinopatías, que incluye técnicas avanzadas de fisioterapia, osteopatía y readaptación deportiva. El tratamiento puede variar según la gravedad y cronicidad de la lesión, pero generalmente incluye:
- Potenciación del tendón: trabajar el músculo es la parte más importante del tratamiento, poder aguantar más carga es el indicativo más directo de que estamos mejorando nuestra patología.
- Descanso y reducción de la actividad: cada esfuerzo físico necesita un cierto tiempo de descanso para poder adaptarse.
- Terapias manuales: la movilización, el masaje o la punción seca pueden aliados muy eficaces para mejorar la biomecánica y relajar el musculo, por lo que puede disminuir el dolor.
- Electroterapia: estas técnicas pueden acelerar el proceso de curación y estimular la regeneración del tejido. En Physeo Clinic disponemos de la Diatermia más avanzada para poder optimizar este proceso.
- Neuromodulación: la suma de punción seca con corrientes para la estimulación muscular o del nervio. Una de las técnicas más eficaces para mejorar el dolor, mejorar la activación del musculo y a la vez relajar las fibras más tensas.
- Readaptación deportiva: ¿qué es más importante: curar o prevenir? Para poder evitar una recaída es importante seguir trabajando de forma analítica en cada paciente, siempre teniendo en cuenta sus objetivos, deporte que realiza, etc.
Consejos para prevenir las tendinopatías
La prevención es clave para evitar que las tendinopatías afecten a tu calidad de vida. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos:
- Calienta: antes de cualquier actividad física, asegúrate de calentar correctamente y de forma progresiva.
- Progresión adecuada: Aumenta las cargas de tus entrenamientos de forma gradual. Y con carga nos referimos al peso soportado, número de repeticiones, número de entrenamientos por semana, entre otros.
- Técnica correcta: Aprende y perfecciona la técnica adecuada para cualquier actividad física que realices, especialmente si es de alto impacto.
- Trabajo unilateral: hacer de vez en cuando algún ejercicio primero en un lado y luego en el otro, por separado, nos podría ayudar a darnos cuenta si un músculo de un lado es más débil que el otro.
- Descanso: el tendón también necesita un tiempo para poder adaptarse a la carga expuesta y cuanto a más carga se le someta, más descanso va a necesitar.
Conclusión
Las tendinopatías pueden parecer un verdadero problema, pero el secreto está en enfocarlas como se debe y en Physeo Clinic somos expertos.
Si has sufrido alguna vez de un tendón o no sabes si es tu caso, somos la mejor opción para ayudarte a recuperar tu mejor versión